Aprovecha al máximo tu internet.
Tu internet marca la diferencia para aprender en línea, pero asegúrate de tener velocidades de subida estables y de descarga rápidas. La velocidad de carga es la que permite que los alumnos entreguen archivos grandes a tiempo o puedan dar presentaciones en video a la clase sin que se congele la imagen o se caiga la conexión. Puedes comprobar ambas velocidades mediante una prueba de velocidad.